jueves, 19 de febrero de 2009

Beautiful girls


Aquí, mi debilidad. Esa película que parece que hicieron para mí. Amor al primer visionado. Y paradójicamente estamos hablando de una comedia romántica (umm, no tengo muy claro que sea correcto etiquetarla como tal) que precisamente es un género que me interesa más bien poco.
Pero Beautiful Girls es una de esas escasas excepciones que nunca me canso de ver, una y otra vez (ayer la echaban por la tele), como bálsamo ante los problemas que plantea el día a día. Un bálsamo atípico dentro de lo que son mis circunstancias y filias habituales (ahora mismo pienso en Once, otra comedia romántica de final poco convencional, o en On the Edge, protagonizada por dos suicidas que descubren el amor en un psiquiátrico).
Beautiful Girls es el retorno al hogar, un hogar roto por la muerte de una madre. Es afrontar la madurez, con todas las responsibilidades y el dolor que ello reporta. Es aprender a pisar con firmeza, con decisión, en un terreno hasta entonces desconocido y temido. Son todas esas mujeres increíbles, enormes, de las que no puedes sino enamorarte perdidamente. Es la amistad como realmente la entiendo y como creo que debería ser entendida. Es amor, y es desengaño. Es, en definitiva, cantar Sweet Caroline en un bar con un chupito de güisqui en la mano y un frío del cagarse en la calle.

7 comentarios:

Gonzalo A. Aneas dijo...

Los términos "Uma Thurman" y "Beautiful Girls" (chicas guapas, para el nivel de tus alumnos xd) son incompatibles!!

Martí dijo...

No puedo sino decir que comparto todo lo vertido aquí por Hator (el poderoso, con hache), especialmente en lo que toca a la madurez y a la amistad. Igual algún día vuelvo a enamorarme, entonces comentaré algo sobre ello.

Hator dijo...

Gonzalo: Bueno, ¿alguien me dice dónde puedo encontrar una mujer como la que encarna Uma en Beautiful Girls?

Martí: ¿Igual? ¿Igual? Empiezo a oir como la presa se está rompiendo? ;)

Martí dijo...

¡Jajajajajaja!
No, de eso nada, pero mi presa tiene una esclusa llamada "La ley de la probabiblidad". Siempre la dejo abierta para que no se inunde mi pantano de "ingenua certidumbre". Algunos de mis habitantes también la llaman "la Puerta de la sana prudencia", o "la Boca del pez muerto".

Soy de los que piensan que no se puede decir "De esta agua no beberé".

Pero no te hagas ilusiones, chaval. Todavía no ha llegado mi hora

Millarfan dijo...

Maravillosa.
Por cierto, a colación de los Oscars celebrados ayer, esta peli fue ganadora al Oscar al mejor guión en el 96, si no recuerdo mal.

Tanto ya? Me hago viejo.

marguis dijo...

La he visto unas cuantas veces desde entonces, pero recuerdo que en el cine me emocionó muchisísimo... el discurso de Rosie O'Donell en el super hizo que todo el mundo rompiera en aplausos ¡increible!
Una película muy buena, con un montón de escenas memorables!!!

Hator dijo...

Es que la Rosie O'Donell es mucha Rosie..