La carátula del DVD: Nada que ver con el lamentable poster con que nos han vendido la película.
Ya no se hacen películas como ésta que tenemos entre manos, Enfrentados, peculiar traducción de Seraphin Falls, opera prima de David Von Ancken.
Nos encontramos ante un western curioso y extraño, no sólo por los tiempos que corren sino también por la inclusión de elementos que no son habituales en el género. Para empezar, el western ya hace tiempo que es un género en decadencia, si bien a los que nos gusta hemos tenido la suerte de poder disfrutar algunas joyitas como la serie Deadwood. Por ello no es de extrañar que arqueemos la ceja cuando un director novel decide iniciar su carrera con un western. Pero la curiosidad que pueda causarnos no se queda aquí, no, ya que descubrimos a varios actores de peso que se han embarcado en el proyecto (Pierce Brosnan, Liam Neeson y Anjelica Huston). Pero uno reconoce que no puede por más que quitarse el sombrero al leer la premisa básica de la película, según la cual el argumento parece limitarse a la persecución de un hombre por parte de otro a través de vastos escenarios naturales.
Una propuesta tan valiente sin duda se merece a priori mis respetos.
La idea de venganza es la que mueve al personaje interpretado por Neeson, mientras que en el caso del personaje de Brosnan es la culpa quien acompaña su huída, aunque ambos tienen en común un evidente desengaño por la vida; es como si ambos estuvieran hastiados, cansados de la lucha; y ambos son perdedores de una misma guerra, la Guerra Civil americana, por mucho que cada uno estuviera en uno de los dos bandos contendientes. Por otro lado, el personaje que interpreta Brosnan puede ser concebido en términos legendarios, ya que de él se cuenta alguna que otra historia vivida en la guerra que le sitúa por encima de la esfera mortal, si bien no se insiste apenas en ello. Esa aureola es intrínseca a la concepción mítica de la frontera, y se observa en varios westerns (ahora mismo estoy pensando en Clint Eastwood, ya sea frente a la cámara como detrás de ella).
Un elemento interesante en la película es la naturaleza, presentada en forma de entorno hostil al que los personajes deben enfrentarse necesariamente. Una relación que merece una atención especial y que ocupa alguno de los mejores momentos del film. Y creo que debo destacar este aspecto precisamente porque suele pasar inadvertido. La Naturaleza pasa de ser un mero telón de fondo para la acción a convertirse en un personaje más, que interactúa con los demás. Y es que la escena inicial es de lo mejorcito de la película, con un Brosnan tratando de sobrevivir en un paisaje invernal de montaña después de haber caído a un río sin más ayuda que un par de balas y un cuchillo de monte.
En mi opinión, otro de los puntos fuertes de la historia, aunque seguro que hay quien opine que puede ser uno de sus puntos flacos, es la simpleza de la propuesta, así como la escasez de explicaciones a la hora de bucear en los motivos que impulsan a uno a ir detrás del otro. Una película así se presta incluso a reflexiones que bien pudieran haber salido de boca de alguno de los protagonistas pero que en cambio se han quedado en el tintero del guionista. El laconismo es la norma para los personajes principales, aunque hay perlas como (referida a las palabras de la Biblia en boca de un predicador): "No hay por qué temerlas. Son sólo palabras. Y en esta tierra no hay Dios".
Y el final, que no os voy a estropear, es otro de los detalles que hacen destacar este western por encima de otros, ya que viene a introducir un elemento de corte pseudofantástico u onírico que no es ni por asomo lo que estamos acostumbrados a ver en una película de este género.
Pero la película no es todo virtudes. Es evidente una concepción "pasillo" según la cual los personajes se van encontrando diversas situaciones y personajes a lo largo de su persecución, recurso que peca de artificioso. Y es precisamente alguno de estos "encuentros" el responsable de actuar en perjuicio de un ritmo ya de por sí sosegado. Ahora bien, ¿está el ritmo supeditado a un ideal contemplativo o no? Aquí yo me decantaba por la segunda opción. La Naturaleza, aunque condicionante que llega incluso a ser crucial, no es mostrada como en "Las aventuras de Jeremiah Johnson" (una más de mis obsesiones fílmicas dentro del western), donde llega a tragarse a Robert Redford por momentos.
Nos encontramos ante un western curioso y extraño, no sólo por los tiempos que corren sino también por la inclusión de elementos que no son habituales en el género. Para empezar, el western ya hace tiempo que es un género en decadencia, si bien a los que nos gusta hemos tenido la suerte de poder disfrutar algunas joyitas como la serie Deadwood. Por ello no es de extrañar que arqueemos la ceja cuando un director novel decide iniciar su carrera con un western. Pero la curiosidad que pueda causarnos no se queda aquí, no, ya que descubrimos a varios actores de peso que se han embarcado en el proyecto (Pierce Brosnan, Liam Neeson y Anjelica Huston). Pero uno reconoce que no puede por más que quitarse el sombrero al leer la premisa básica de la película, según la cual el argumento parece limitarse a la persecución de un hombre por parte de otro a través de vastos escenarios naturales.
Una propuesta tan valiente sin duda se merece a priori mis respetos.
La idea de venganza es la que mueve al personaje interpretado por Neeson, mientras que en el caso del personaje de Brosnan es la culpa quien acompaña su huída, aunque ambos tienen en común un evidente desengaño por la vida; es como si ambos estuvieran hastiados, cansados de la lucha; y ambos son perdedores de una misma guerra, la Guerra Civil americana, por mucho que cada uno estuviera en uno de los dos bandos contendientes. Por otro lado, el personaje que interpreta Brosnan puede ser concebido en términos legendarios, ya que de él se cuenta alguna que otra historia vivida en la guerra que le sitúa por encima de la esfera mortal, si bien no se insiste apenas en ello. Esa aureola es intrínseca a la concepción mítica de la frontera, y se observa en varios westerns (ahora mismo estoy pensando en Clint Eastwood, ya sea frente a la cámara como detrás de ella).
Un elemento interesante en la película es la naturaleza, presentada en forma de entorno hostil al que los personajes deben enfrentarse necesariamente. Una relación que merece una atención especial y que ocupa alguno de los mejores momentos del film. Y creo que debo destacar este aspecto precisamente porque suele pasar inadvertido. La Naturaleza pasa de ser un mero telón de fondo para la acción a convertirse en un personaje más, que interactúa con los demás. Y es que la escena inicial es de lo mejorcito de la película, con un Brosnan tratando de sobrevivir en un paisaje invernal de montaña después de haber caído a un río sin más ayuda que un par de balas y un cuchillo de monte.
En mi opinión, otro de los puntos fuertes de la historia, aunque seguro que hay quien opine que puede ser uno de sus puntos flacos, es la simpleza de la propuesta, así como la escasez de explicaciones a la hora de bucear en los motivos que impulsan a uno a ir detrás del otro. Una película así se presta incluso a reflexiones que bien pudieran haber salido de boca de alguno de los protagonistas pero que en cambio se han quedado en el tintero del guionista. El laconismo es la norma para los personajes principales, aunque hay perlas como (referida a las palabras de la Biblia en boca de un predicador): "No hay por qué temerlas. Son sólo palabras. Y en esta tierra no hay Dios".
Y el final, que no os voy a estropear, es otro de los detalles que hacen destacar este western por encima de otros, ya que viene a introducir un elemento de corte pseudofantástico u onírico que no es ni por asomo lo que estamos acostumbrados a ver en una película de este género.
Pero la película no es todo virtudes. Es evidente una concepción "pasillo" según la cual los personajes se van encontrando diversas situaciones y personajes a lo largo de su persecución, recurso que peca de artificioso. Y es precisamente alguno de estos "encuentros" el responsable de actuar en perjuicio de un ritmo ya de por sí sosegado. Ahora bien, ¿está el ritmo supeditado a un ideal contemplativo o no? Aquí yo me decantaba por la segunda opción. La Naturaleza, aunque condicionante que llega incluso a ser crucial, no es mostrada como en "Las aventuras de Jeremiah Johnson" (una más de mis obsesiones fílmicas dentro del western), donde llega a tragarse a Robert Redford por momentos.
En fin, que estamos ante un peligroso ejercicio cinéfilo, un salto en el vacío sin red, que puede que interese a algunos de vosotros, fans irredentos del western y de las historias sencillas que no necesitan ambage alguno para transmitir. No nos engañemos, no estamos ante una gran película, ni mucho menos, aunque no creo mala idea recordarnos de este nombre, David Von Ancken. Yo al menos tengo curiosidad por ver qué viene después de ésto (si es que viene algo).
8 comentarios:
Yo la fui a ver al cine en su momento y, debia tener el dia tonto porque me aburri como una ostra, en retorspectiva, pienso que no fue tan mala, como dices tiene suficientes elementos redimidores para acordarse de ella sin que deje sensacion desagradable, pero esas aventuras, esos encuentros me llegaron a hartar.
Y eso que sale Liam Neeson, que se prodiga poco, y ahora con su reciente perdida lo hara menos, pero siempre es un placer observar.
Si tengo que hablar de persecuciones y films llenos de aventuras y encuentro prefiero la de Jossie Wells de Clint Eastwood... es que Clint es mucho Clint!!!
No sé porque he sentido una especie de "déjà vu" al leer la entrada, ¿no escribiste sobre esta peli ya en el Stuck?
Yo hace poco me bajé la de 3:10 to Yuma y todavía no la he visto...
Gonzalo:
1) estoy rescatando reseñas de cine estos días porque estoy especialmente liado con varias cosas que tengo que atar. Si me siguieras habitualmente lo sabrías ;)
2) Stuck Upside Down está muerto. Ayer eliminé el blog de la red.
3) En breve, modificaciones en mis blogs.
Marguis:
Estoy de acuerdo. La concepción lineal de la película puede llegar a cansar. Y sí, el Neeson es mucho Liam.
Y por supuesto que me quedo con Jossie (gracias por la mención, lo que me recuerda que me resta por ver Joe Kidd). Ahora bien, no metería en el mismo saco esta saga concreta del tito Clint y Seraphin Falls, por mucho que se trate de western. Si tuviera que comparar Enfrentados con algún otro western quizá me decantaba por Dead Man, y aun así se podrían hacer muchas puntualizaciones.
Sigo tu blog habituálmente y ya había leido lo de que ibas a ir resubiendo reseñas ¬_¬
Lo que pasa es que como también escribes sobre pelis que ves últimamente ¬_¬ no puedo seguir todo lo que ves y lo que has visto, no soy tu madre ¬_¬
Joooo, no puedes ser mi madre?
XD
Seraphim Falls es una carta de amor al western.
Salen todos los elementos que hicieron grande el género: la sed de venganza, la guerra civil, los forajidos, el ferrocarril...tiene montañas nevadas, y tiene desierto.
Hasta el elemento sobrenatural u onírico presente en los westerns de Clint están ahí.
Y los dos, los DOS, Liam y Pierce están inmensos en sus papeles. Su esfuerzo físico, su interpretación no es sólo digno de elogio sino de agradecimiento. Ni guaperías ni chuladas. Crudeza en estado puro.
Millarfan, gracias por tu comentario y...
deberías escribir más..
;)
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