viernes, 27 de febrero de 2009

Che: Guerrilla


Quienes vieron hace unos meses la primera parte de este díptico fílmico sobre la figura del Che que firma Steven Soderbergh muy posiblemente se hayan llevado una enorme sorpresa con esta Guerrilla.
Pasando por alto todo el trabajo que el argentino llevó a cabo desde el punto en que acaba la primera película (labor diplomática internacional, intentar export ar la revolución en el Congo y Venezuela), la acción del film se centra exclusivamente en el escenario boliviano que pondrá punto final a su carrera y vida.
Así, la cinta nos presenta la organización y desarrollo del movimiento guerrillero, desde un enfoque que, en mi opinión, busca más aproximarse a la realidad que recrearse en valores cinematográficos. Es decir, aun siendo ficción, el relato bélico dista mucho de la perspectiva bajo la cual suele interpretarse el tema. Despojando al Che del romanticismo con que generalmente se viste un proceso o acontecimiento revolucionario, tan sólo queda ante nosotros el hombre, en la línea de la primera película.
Sin embargo, aquí el tono que impera en la película es crepuscular, hasta el punto de determinar la elección de ciertas técnicas cinematográficas (me da la sensación de que deben haberse servido de un filtro para disminuir el cromatismo y darle un aspecto desvaído, frío a las escenas).
No es una película fácil de ver, por mucho que el contenido político de la primera haya cedido un poco para apostar por la vía de la acción. El ritmo es muy irregular, aunque por encima de ello el principal problema que arrastra la película es cierta frialdad expresiva: No arrebata al espectador, y apenas logra emocionarle.
Aun así supone un visionado interesante por cuanto tiene de desmitificación. Y Benicio del Toro borda el personaje.

Enseñando en una cueva

A continuación, unas fotos de la escuela de primaria Dongzhong, en China. Como podéis ver todo el complejo escolar está construído en el interior de una cueva. Las fotos datan del 2007.
Da que pensar.




Back to the Future II

Ayer, después de ocho años sin pisar su mancillado suelo, volví al campus universitario de la UIB. Lo hice para asistir a la proyección de un documental sobre la figura de Lucio Urtubia, un albañil anarquista que falsificando cheques de viaje puso contra las cuerdas al conocido banco Citibank, actividad que organizaba la CNT en colaboración con la Assamblea d'Estudiants contra Bolonya.
Llegué al campus de la UIB en metro, y nada más salir de la estación se me ocurrió que quitarme los cascos (el último disco de los Chemical) sería lo más apropiado para saborear lo que creía era un "momentazo". Ni diez segundos después volvía a enchufármelos. Sólo con el Salmon Dance podría disfrutar más de mi trayecto hasta el edificio Anselm Turmeda.
Finalizado el visionado del documental, me apresuré a dejar la sala (no me sentía tan anarquista como para quedarme a departir amigablemente con el resto de asistentes, a buen seguro mucho más comprometidos en la "lucha") y volví al Ramon Llull, mi antigua facultad. Feas pintadas contra Bolonya ensuciaban su carcelario perfil de cemento armado, afeándolo todavía aun más si cabe. Carteles de la Assamblea afirmando que ellos no eran responsables de tamaña gamberrada. Tiendas de campaña, cada una con su correspondiente cartel alusivo a la propiedad de la misma, okupando el hall. Era para troncharse, la verdad.
Entré al bar. Las antiguas mesas de mármol habían sido sustituídas por otras de plástico, el caos distributivo de antaño trocado en perfecto orden. El ruido, afortunadamente, era el mismo.
Me di una vuelta por los pasillos, con una amplia sonrisa en mis labios. Los mismos profesores, supurantes de aborrecible, soporífera, caduca magistralidad. La misma biblioteca, ahora con una mayor presencia de portátiles. Los departamentos habían experimentado un cambio en lo concerniente a la asignación de despachos; afortunadamente las viejas glorias seguían manteniendo el suyo (¿verdad, Guerrero?).
Pero lo mejor vino a continuación. El espacio había cambiado. Se habían creado unos y eliminado otros. Había algo más de luminosidad. Y uno de los parkings había sido sustituído por un ridículo descampado de tierra y barro junto al que corría una magnífica carretera. Al otro lado, las mismas cuadras de antaño. No pude evitar acordarme de Regreso al futuro 2. Me sentía como Martin McFly. Y me estuve riendo solo un buen rato. Y ver un parking de bicis de alquiler en la estación de metro ya fue el acabose. El loco que hay en mí salió a pasear la tarde de ayer. Fue genial.

martes, 24 de febrero de 2009

The Tain

Un día los ciudadanos de Londres descubren que no están solos. Hay otros. Los otros, llegados del otro lado de los espejos, hambrientos de venganza y libertad tras un cautivero de miles de años. Y con ellos llegó la guerra y el que a todas luces parece ser el fin de los días para el hombre. Porque Londres es una ciudad devastada, en ruinas, morada de horrores sin nombre, campo de batalla y refugio para los cada vez más escasos supervivientes de la raza humana.

Esta es la situación que plantea The Tain, novela corta de China Miéville que puede encontrarse en su antología Looking for Jake and Other Stories.
La historia presenta una ambientación sugerente, inspirada directamente en un relato de Borges.
Toda la acción se distribuye en dos partes claramente diferenciadas y que vienen dadas por el personaje que acapara la atención del lector. Tenemos así una doble perspectiva, la de cada una de las partes implicadas en el conflicto: Por un lado Sholl, un superviviente nato, representa al hombre. Por otro lado está un invasor anónimo que, a diferencia de la tercera persona utilizada en la parte de Sholl, cuenta en primera persona el origen de la hostilidad entre los dos bandos de una guerra que se remonta al alba de un pasado mítico, al tiempo que traza su evolución a lo largo de la Historia y acaba presentando su punto de vista, muy personal, del conflicto.
A pesar de que la descripción ocupa un lugar preeminente en el relato, el ritmo es incesante y el interés del lector se espolea continuamente en base a diversas incógnitas que va planteando el autor y que conducen a un final sorprendente.
Y sí, me ha gustado.

Si os interesa lo que cuento aquí encontraréis otra reseña, mucho mejor que estas pobres líneas.

lunes, 23 de febrero de 2009

Demasiados blogs

Tanto tiempo sin escribir de cómics que casi no puedo creerlo. Tanto tiempo que hasta se me había olvidado que ya tenía un blog dedicado a tal efecto.
Moneiots se llama, pero estoy por cambiarle el nombre y ponerle algo así como "Tbyos que no lee naide". Nah, ya es hora de rescatarlo. Y mantenerlo activo aunque sea a base de reseñas relámpago.

domingo, 22 de febrero de 2009

Una mañana perfecta de domingo

Levantarse a las 12:00. Constatar que todavía quedan periódicos en el kiosco. Desayunar un croissant y un café con leche en el bar de la esquina. Pasear hasta el Escorxador. Tomar nota de las pelis que echan en el Renoir. Leer Ponme la mano aquí mientras tomo el primer sol que se ve por vez primera después de muchos findes nublados. Pasar el rato viendo a la gente disfrutar de la mañana. Cerrar los ojos y escuchar. Sentir el calor del sol sobre la piel. Volver a casa, sin prisa, sin hora. Hacer la comida escuchando a Grieg.

Descenso a los infiernos con Vals con Bashir

Vals con Bashir: Donde 26 perros tienen mucho que decir

Ari Folman, el protagonista (y director) de la historia que se cuenta en Vals con Bashir no recuerda cuál fue su papel en la Guerra del Líbano del 82, en cuya invasión participó como un soldado israelí más. Pero la conversación que mantiene con un antiguo amigo y compañero de armas acerca de un sueño recurrente donde éste es acosado por una furiosa manada de perros le lleva a Ari a preguntarse el porqué no recuerda apenas nada de aquellos años de su vida que estuvieron marcados por la invasión del Líbano y la masacre de los campos de refugiados de Sabra y Chatila.
A partir de este momento Ari dedica todo su tiempo a reconstruir y revisitar un pasado esquivo a base de encuentros con antiguos camaradas. Un pasado que Ari descubrirá, poco a poco y para horror del espectador y donde para sorpresa del protagonista se hallan recuerdos que él creía ciertos cuando en realidad constituyen una mera construcción personal con vistas a salvar su cordura.
La película es muy dura, y en cierto sentido la técnica de animación que usa acentúa la crudeza de las imágenes, que alternan realidad y ficción onírica, singular combinación que se sirve de una acertada banda sonora que confiere aun más potencia expresiva al resultado final.
Pero por encima de las consideraciones formales y técnicas que atraen la atención del espectador desde el principio de la película, el film es muy interesante por la imagen que transmite de la guerra: Un absurdo que se pone en evidencia una y otra vez, de boca de los supervivientes que acompañaron a Ari en aquel conflicto que ha dejado hondas cicatrices en su memoria. Un testimonio de primera mano que sugiere cierto deseo de exorcizar demonios y que golpea al espectador de forma contundente. Un ejercicio de memoria histórica realmente necesario.
Hacía tiempo que no salía del cine tan afectado por lo que acababa de ver.

Reseña en la web de El Público.

jueves, 19 de febrero de 2009

Beautiful girls


Aquí, mi debilidad. Esa película que parece que hicieron para mí. Amor al primer visionado. Y paradójicamente estamos hablando de una comedia romántica (umm, no tengo muy claro que sea correcto etiquetarla como tal) que precisamente es un género que me interesa más bien poco.
Pero Beautiful Girls es una de esas escasas excepciones que nunca me canso de ver, una y otra vez (ayer la echaban por la tele), como bálsamo ante los problemas que plantea el día a día. Un bálsamo atípico dentro de lo que son mis circunstancias y filias habituales (ahora mismo pienso en Once, otra comedia romántica de final poco convencional, o en On the Edge, protagonizada por dos suicidas que descubren el amor en un psiquiátrico).
Beautiful Girls es el retorno al hogar, un hogar roto por la muerte de una madre. Es afrontar la madurez, con todas las responsibilidades y el dolor que ello reporta. Es aprender a pisar con firmeza, con decisión, en un terreno hasta entonces desconocido y temido. Son todas esas mujeres increíbles, enormes, de las que no puedes sino enamorarte perdidamente. Es la amistad como realmente la entiendo y como creo que debería ser entendida. Es amor, y es desengaño. Es, en definitiva, cantar Sweet Caroline en un bar con un chupito de güisqui en la mano y un frío del cagarse en la calle.

El amor, esa enfermedad..

Que el amor es una enfermedad es algo de lo que cada vez estoy más convencido. Lo cual no implica que haga caso omiso de su presunto lado positivo. Pero lo cierto es que es cosa seria, tanto como operar con nitroglicerina: Cuando estamos bajo sus efectos la razón queda eclipsada por las pasiones, y a menudo esto se traduce en percepciones erróneas de nuestra realidad inmediata. Eso por no mencionar el descalabro amoroso, variopinto tanto en naturaleza como en sus consecuencias (aquí l@s hay que lo viven como un resfriado, una gripe o algo mucho peor). Los peores fracasos son, evidentemente, aquellos que te toca en suerte (porque sí, el factor azaroso cuenta aquí, y a veces mucho) sufrir, pero a veces eres mero testigo de otros, y quizás puedes llegar a captar parte de la desazón que llevan pareja.
Todo esto porque esta semana estoy siguiendo la gestación de uno. Uno que afectará previsiblemente (ojalá me equivoque) a dos de mis alumnos. Y os estoy contando todo esto porque en cierto sentido me está afectando.
Una ruptura de una relación que hubiera sido mejor que nunca hubiera tenido lugar. Sí, soy consciente que lo que dejo aquí escrito es muy arriesgado, pero es la impresión, puede que vaga, puede que incorrecta, que tengo.
Una relación desigual, destructiva y destructora. Una relación que contribuyó a construir algo positivo para acto seguido sumirlo en el vil fango. Un fracaso que acarreará consecuencias muy negativas en especial para una de las partes, y que pone en evidencia lo difícil que resulta para algunas personas el hecho de amar. El amor como ese sol capaz de destruir tus alas y precipitarte al abismo. Un abismo para nada poético y muy, muy real. Sí, a veces dan ganas de gritar por la injusticia que de la que es portador el Amor, ese cabrón manipulador y ciego que se ensaña sobre todo con los inocentes.
Esta semana no puedo sino escupirle a la cara. Por todo ese dolor. Por toda esa ira. Por hipotecar el futuro de un crío.
Y por las manchas de sangre en el suelo.

sábado, 14 de febrero de 2009

Jesus Camp


Es el título de un documental que vi hace unos días y que se centra en la labor de una predicadora infantil perteneciente a un grupo evangelista norteamericano.
El documental es sobrecogedor en tanto que expone las prácticas de este grupo evangelista (abstengámonos de generalizarlas al conjunto de sus seguidores) en relación a la educación de los niños. Y lo es también en la medida de que se insiste que personas pertenecientes a estos círculos llegaron a alcanzar puestos políticos de responsabilidad durante el gobierno de Bush, práctica condenable por parte de otros miembros de la iglesia evangélica norteamericana.
Sin embargo, independientemente de la impía alianza entre asuntos mundanos y espirituales que a mí personalmente me parece tan poco natural para los tiempos que corren, lo realmente escalofriante es la labor doctrinaria que se lleva a cabo con los púberes. Niños y niñas que casi sin saber leer y escribir afirman ser capaces de dar sus vidas por Jesús en el marco de una inculcada conflictividad en torno a las creencias personales. La superioridad como valor incostestable y cimentado en la religión. La Verdad detentada por un grupo de personas bajo mandato divino. La criminalización de la Naturaleza del ser humano, manchada por el estigma del pecado. Y así podríamos seguir un buen rato...
¿Os imagináis a una niña de once años hablando del baile como acicate de los instintos carnales? ¿A críos de menos de diez años llorando ante la amenaza de Satán personificado en la figura de Harry Potter? ¿A un crío de siete años que se sacude en el suelo presa de un arrebato desencadenado por las palabras de su predicadora? ¿A niños y niñas vestidos de camuflaje bailando y golpeando unas batutas al tiempo que exaltan la supremacía de sus creencias religiosas por encima de las demás? ¿A un niño reirse de aquellos que no creen en el creacionismo? ¿A niños arrodillarse y besar los zapatos y manos de una figura de cartón representando a George Bush?
¿No? Pasa hoy en día, en Estados Unidos. Un país donde según el documental el 25% de la población es evangelista.
Y si no, clickad aquí y podréis verlo directamente.

martes, 10 de febrero de 2009

Público (I)

Woodstock (69)

Es una estupidez, pero siento fascinación por fotografías o películas pasadas donde aparece gente en conciertos. Creo que a veces es para constatar cómo, a pesar de que los tiempos y las modas cambian, ell@s son como nosotr@s.

lunes, 9 de febrero de 2009

Eluana


Eluana ha muerto hoy.

A pesar de Berlusconi, a pesar de su gobierno, a pesar de la Iglesia.

Y mientras tanto, aquí, los políticos de turno miran hacia otro lado cuando se habla de eutanasia.
Porque vivimos en un país donde la Iglesia todavía tiene mucho que decir. Porque al parecer, aferrarse al poder vale más que la dignidad de las personas.

Y algun@s nos estamos cansando ya del "Ahora no toca".

domingo, 8 de febrero de 2009

Mrs Henderson Presenta


Producción de la BBC a medio caballo entre la comedia, el drama y el musical, basada en hechos reales: Laura Henderson, una bienestante y activa viuda de 69 años decide, desoyendo a sus amigos, adquirir un teatro clásico en Londres, el Windmill, (si clickáis en este enlace podréis ver fotos de la época)transformándolo en uno de variedades. Y para salvar un negocio donde el éxito en taquilla depende de la originalidad del espectáculo, Mrs Henderson está dispuesta a hacer temblar los cimientos de la todavía recatada sociedad de la época colocando a chicas desnudas sobre las tablas del escenario.
Mrs Henderson Presenta... varios temas de interés: las ansias por vivir de una mujer que si seguimos las convenciones de la época debería prepararse para salir de escena en el otoño de su vida; el drama de la pérdida de un hijo; el patriotismo británico en pleno bombardeo de su capital (uno de los hechos más trágicos de su historia y que al turista ocasional no deja de recordárselo la multitud de monumentos conmemorativos que podrá encontrarse de paseo por la city); el desafío a los estrictos (aunque cambiantes) valores morales de la época...
La película, británica hasta la médula (los interesados en la historia de este país durante la Segunda Guerra Mundial sabrán apreciar los escenarios londinenses bajo el fuego de la aviación nazi), presenta a una Judi Dench fabulosa en su papel de Laura Henderson, así como a un contenido Bob Hoskins, ambos bajo la competente dirección de Stephen Frears.
En definitiva, una agradable sorpresa y una amable película.

viernes, 6 de febrero de 2009

Welcome to Silent Hill


Isn't she cute?

miércoles, 4 de febrero de 2009

Hipocresía papal

Benedicto XVI no se aclara. Serán cosas de la edad. O de la iluminación, que en estos días nunca se sabe.
Resulta que el 24 de enero rehabilitaba (o sea, se pasaba por el forro de los cojones una excomunio) a un obispo tradicionalista británico que negaba la existencia misma del Holocausto judío. Richard Williamson, el obispo en cuestión, había afirmado que "no hubo cámaras de gas" y que sólo "300.000 judíos perecieron en los campos de concentración nazis, en vez de seis millones".
Ante el aluvión de hostias que le cayeron al eclesiástico tradicionalista cinco días después, el 29 de enero, intervenía el jefe de los lefebvrianos del noreste de Italia, el sacerdote Floriano Abrahamowicz, que ni corto ni perezoso afirmaba que la "única cosa segura sobre las cámaras de gas es que se usaron para desinfectar".
Y hoy, 4 de febrero, el papa ( y con él la Iglesia católica) dice estar "turbado" por la negación del Holocausto.
¿Alguien me lo explica, por favor? No soy el único que se ha quedado en este estado de perplejidad. Y si no que se lo digan a la Canciller alemana de Estado Angela Merkel, que por aquello de que la negación del Holocausto es un delito tipificado por la ley alemana, se dirigió al papa con estas palabras:

Generalmente no es mi tarea como mandataria calificar o comentar asuntos de la Iglesia. Sin embargo, las cosas son muy diferentes cuando se trata de principios fundamentales y es un asunto fundamental que concierne directamente a Alemania el hecho de que a raíz de una decisión del Vaticano se esté dando vía libre a la idea de que el Holocausto es algo que se puede negar.No lo es. Y por eso se hace imperativo que el Papa y el Vaticano asuman una posición clara, que asuman consecuencias y aclaren, tajantemente, que no es posible negar el Holocausto y que manejar positivamente las relaciones con el pueblo judío es un impositivo indiscutible.

Ya sabéis, las teutonas tienen lo que hay que tener (a diferencia de otros que no dudan en bajarse los pantalones por asegurarse un par de millones de votos).
¿Y qué contestaron desde el Vaticano? Que las palabras de condena del papa eran "clarísimas".

Parece que habrá que enseñarles a estos señores la diferencia entre palabras y actos.
Por cierto, ¿cómo era aquella frase? Por sus actos los conoceréis (Mt 7-16).

Ahora no toca

Ahora no toca. Lo que no toca es discutir sobre la apostasía, revisar los acuerdos con la Santa Sede y reflexionar sobre la eutanasia. ¿Quién lo defiende? Pues PSOE y PP (¡Oh sorpresa! Al final estos dos van a estar de acuerdo en algo). El cuando es explícito, ahora, el día en que Zapatero recibe al secretario de Estado del Vaticano. Que sí, que las portadas de los diarios de izquierda resaltarán que de la Vega ha defendido la reforma del aborto y la asignatura de Ciudadanía ante el eclesiástico, lo cual está muy bien sí, pero en mi opinión no es óbice para que no se saquen estos otros temas.
Habrá quien diga que esos temas no interesan a la mayor parte de la sociedad española (y catalana, y vasca, y andaluza, y gallega y etc) por aquello que el 76% de la población se declara católica según el CIS de abril de 2008. Ahora bien, deberíamos matizar que sólo el 15% se declara practicante.
Mientras tanto la conferencia episcopal echa pestes por aquello que Zapatero se relaciona directamente con el Vaticano sin contar con su divina mediación. Pobrecitos, mírales, todavía quejándose cuando el Gobierno ha aumentado su partida presupuestaria.
Y ya pueden venir los socialistas abogando por la laicidad del Estado, que así como juegan en el patio a mí al menos no me convencen. Si es que estas cosas sólo pasan aquí, ¿que no?

Fuente: El Público

lunes, 2 de febrero de 2009

La cultura no importa, la pasta sí

Al final mi proyecto de abrir un blog, sin ánimo de lucro, para postear traducciones personales de relatos cortos de Angela Carter ha obtenido "red light" por parte de la agencia literaria que lleva el tema de los derechos de esta excelente autora británica.
Así me lo comentaban en un emilio donde, previa disculpa por haber tardado dos semanas en contestar a mi emilio previo, demostraban estar "encantados" de tratar con un fan de esta mujer, pero que sentían mucho no poder dar el visto bueno a mi propuesta (por mucho que se reconociera en ese blog la autoría original y la identidad de quiénes detentaban los derechos de publicación) ya que vulneraría el copyright.
Asimismo, reconocían conocer la situación actual de esta autora en el mercado español (sus libros están descatalogados desde hace unos años) y decían estar buscando de forma activa una editorial que pudiera apoquinar (esta palabra la pongo yo) los derechos de publicación.
Pues eso, que según estos señores lo único que puedo hacer es disfrutar de forma privada mis propias traducciones de Angela Carter. Me pregunto a qué se referirán con ello.