Otro día frío y gris. Y a pesar de mi faringitis (mejor), el trabajo que empieza a entreverse esta semana (de correcciones de exámenes) y que parece que estoy condenado a permanecer en mi caverna en lo que queda de finde, lo cierto es que el día no pinta mal. Aprovecha el momento, que diría Fortuna. Y en ésas estoy, poniéndome al día de lecturas, película y música. Volviendo a encontrar mi reflejo en el espejo. That sort of things.
Y de muestra un botón, cortesía del detallista Ubongo, cosido por un sastre de excepción del que me habían hablado pero de cuya magnífica obra no había podido disfrutar, Leopoldo María Panero:
Y de muestra un botón, cortesía del detallista Ubongo, cosido por un sastre de excepción del que me habían hablado pero de cuya magnífica obra no había podido disfrutar, Leopoldo María Panero:
DESEO DE SER PIELROJA
La llanura infinita y el cielo su reflejo.
Deseo de ser piel roja.
A las ciudades sin aire llega a veces sin ruido
el relincho de un onagro o el trotar de un bisonte.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto: no hay tambores
que anuncien su llegada a las Grandes Praderas.
Deseo de ser piel roja.
El caballo de hierro cruza ahora sin miedo
desiertos abrasados de silencio. Deseo
de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto y no hay tambores
para hacerlo volver desde el reino de las sombras.
Deseo de ser piel roja.
Cruzó un último jinete la infinita
llanura, dejó tras de sí vana
polvareda, que luego se deshizo en el viento.
Deseo de ser piel roja.
En la Reservación no anida
serpiente cascabel, sino abandono.
DESEO DE SER PIEL ROJA.
(Sitting Bull ha muerto, los tambores
lo gritan sin esperar respuesta. )